martes, 11 de noviembre de 2014

ASALTO AL MARATÓN


Siempre he tenido en mente correr un maratón. Como fondista, lo veía como el tope de una carrera deportiva, como una ilusión, como un sueño, incluso pensaba  que no podría dejar el atletismo sin correr una. No me lo podría perdonar.

 
Este sueño, esta meta, lo tenía en mente pero lo veía como algo muy lejano, como un proceso a largo plazo. Además me daba siempre un poco de respeto la distancia, incluso puedo confesar que a día de hoy, aun me lo da. Por eso admiro profundamente a todos aquellos que son capaces de proponerse correr uno y no digo ya a los que ya la han corrido....

La historia es que hace un par de años y como paso a las pruebas de ruta, tanto mi entrenador como yo decidimos comenzar a probar con las medias maratones para ver cómo me hacía con la distancia, que sensaciones tenía, qué rendimiento podría ofrecer en pruebas de este tipo de cara a algún día dar el salto y correr el maratón. En todo este proceso de adaptación puedo decir que me he encontrado relativamente cómoda en las pruebas de ruta, he disfrutado con la distancia y he visto como mi pisada se adaptaba a la perfección al nuevo terreno.

El año pasado, tras correr el Cto. España de Media y hacer un tiempo de 1h14'28'', bronce incluido, me di cuenta que había tenido unas muy buenas sensaciones y no sólo el día de la prueba sino que en los entrenamientos había disfrutado y mejorado mucho, realizando alguno de los mejores entrenamientos que he hecho hasta ahora. Por ello, tenemos claro que podría –y no sé si debía- haber bajado de 1h14'. Con ese análisis vimos que esta temporada sería la idónea para dar el salto a esta distancia.
Empecé mi preparación hace ya unos meses y me lo tomé con mucha tranquilidad. Al ser novata en esta distancia no quería presionarme demasiado sino ir tomando contacto con los entrenamientos, con los kilómetros, con el volumen e ir viendo cómo iba respondiendo mi cuerpo y como recuperaba con el paso de los días. No sólo recuperación física sino también mental porque considero este último aspecto tan importante o más que el primero. Con el paso de los días me he dado cuenta que quizás es aún más duro de lo que pensaba. Te duele el cuerpo todos los días, te sientes cansada, los pies llenos de ampollas... seguro que los que ya han probado a preparar un maratón saben de qué hablo… Evidentemente tiene cosas positivas y bastantes. Te sientes genial y satisfecha cada vez que eres capaz de acabar un entreno duro, de muchos kilómetros e incluso esas sesiones de series largas que al terminarlas te dejan un sabor especial.

No sé qué pasara el  30 de noviembre en San Sebastián, pero lo que si sé es que iré muy motivada, tranquila e ilusionada por correr mi primer maratón; sin presiones de ningún tipo y disfrutando cada kilómetro; sabiendo que me he preparado para eso y que es lo que quiero hacer. Quiero estar en ese sitio, en ese momento y haciendo lo que sé, que es correr. Salga como salga me sentiré muy afortunada y orgullosa de mi misma por ser capaz de cruzar la meta tras 42km.

No quiero acabar sin agradecer, y mucho, toda la labor de mi entrenador Juan Pablo Gómez (www.entrenadoratletismo.com). GRACIAS!!!. Por animarme, motivarme, escucharme, aguantarme (que no es fácil), y confiar y creer siempre en mí incluso más que yo, por abrirme el camino y decirme una y otra vez que sí, que puedo hacerlo. Y como no, a compi, Mamen Ledesma, por su apoyo y por saber escuchar mis quejas y darme las palabras y la tranquilidad adecuada. Por último a mi pareja, Adolfo, por ayudarme siempre que puede en los entrenamientos y por no sólo entender mi faceta como atleta, sino por compartirla, y a mi familia por su apoyo incondicional. Estoy segura que todos ellos, cada uno a su manera, me empujarán para llegar a la meta.